Caries | Dental Duarte Palau
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Caries

La caries dental es el daño que le puede ocurrir a un diente cuando las bacterias que causan caries que se encuentran en la boca producen ácidos que atacan la superficie del diente o esmalte. Esto puede resultar en un pequeño agujero en el diente, al que se le llama caries.

Éste es uno de los problemas de salud más frecuentes en el mundo. Aparecen con especial frecuencia en los niños, adolescentes y adultos mayores. Sin embargo, todas las personas que tienen dientes pueden tener caries, incluso los bebés. Los niños pequeños corren el riesgo de tener “caries de la primera infancia”, algunas veces llamada caries del biberón, que es la caries dental grave en los dientes temporales (“dientes de leche”).

Si no se tratan, las caries pueden extenderse y afectar capas más profundas de los dientes. Pueden provocar dolor intenso, infecciones y pérdida de dientes. Las mejores medidas de protección contra las caries dentales son las consultas regulares al dentista y los buenos hábitos de cepillado y uso del hilo dental.

Causas

Cuando las bacterias que causan las caries entran en contacto con las azúcares y los almidones de los alimentos y las bebidas, forman un ácido. Este ácido puede atacar el esmalte del diente, lo que causa que este pierda minerales.

Esto puede suceder si come o bebe a menudo, sobre todo alimentos y bebidas que contienen azúcar y almidones. Los ciclos repetidos de estos «ataques de ácido» harán que el esmalte continúe perdiendo minerales. Con el tiempo, el esmalte se debilita y luego se destruye, y esto resulta en una caries.

Síntomas

En general, la caries dental no provoca síntomas si está en sus inicios.

A medida que la caries aumenta de tamaño, esta puede provocar signos y síntomas, como los siguientes:

  • Dolor repentino o dolor que se produce sin causa aparente
  • Sensibilidad en los dientes
  • Dolor leve a agudo cuando se come o bebe algo dulce, caliente o frío
  • Agujeros u hoyos visibles en los dientes
  • Mancha marrón, negra o blanca en cualquier superficie de un diente
  • Dolor al morder
  • En algunos casos puede producir inflamación y absceso

Diagnóstico

La caries se puede detectar durante una revisión dental de rutina. Cuando recién se forma, puede parecer una mancha blanca en el diente. Si la caries está más avanzada, puede parecer una mancha más oscura o un agujero en el diente. En ocasiones el diagnóstico clínico se complemeta con radiografías, ya que caries interdentales pueden no observarse a simple vista.

Factores de riesgo

Todas las personas que tienen dientes están en riesgo de tener caries, aunque los siguientes factores podrían aumentar las posibilidades:

  • Ubicación del diente. Las caries son más frecuentes en dientes posteriores (molares y premolares). Estos dientes tienen muchos surcos, grietas y varias raíces que pueden acumular partículas de alimentos. Como resultado, es más difícil mantenerlos limpios en comparación con los dientes delanteros, que son más lisos y fáciles de alcanzar.
  • Ciertos alimentos y bebidas. Los alimentos que se adhieren a los dientes durante mucho tiempo, como la leche, el helado, la miel, el azúcar, las bebidas gaseosas, los frutos secos, el pastel, las galletas, los caramelos duros, las pastillas de menta, los cereales secos y las patatas fritas, tienen mayores probabilidades de causar caries que los que se eliminan fácilmente mediante la saliva.
  • Comer o beber con frecuencia. Al comer tentempiés o consumir bebidas azucaradas constantemente, se aporta a las bacterias de la boca más alimento para producir los ácidos que atacan los dientes y los desgastan. Además, beber bebidas con gas y otras bebidas ácidas durante el día ayuda a crear una capa de ácido continua sobre los dientes.
  • Alimentación de los bebés antes de acostarse. Cuando los bebés toman biberones con leche, leche materna, zumos u otros líquidos con azúcar antes de dormir, esas bebidas permanecen en los dientes durante horas mientras los bebés duermen, lo que alimenta a las bacterias que causan caries. Este daño se suele llamar «caries del biberón o de la infancia». Un daño similar puede producirse cuando los niños pequeños caminan de un lado a otro mientras beben esas bebidas de un vaso con boquilla.
  • Cepillado inadecuado. Si no se reañliza una adecuada higiene con cepillado manual o eléctrico después de comer y beber, la placa dental se forma rápidamente y pueden empezar a aparecer las primeras fases de la caries.
  • Falta de flúor. El flúor, un mineral que se produce de forma natural, ayuda a prevenir las caries e incluso puede revertir las primeras fases del daño dental. Debido a sus beneficios para los dientes, el flúor se añade a muchos suministros de agua. También es un componente frecuente de la pasta de dientes y de los enjuagues bucales.
  • Edad. Las caries son frecuentes en los niños pequeños y en los adolescentes. Los adultos mayores también corren un mayor riesgo de tenerlas. Con el tiempo, es posible que los dientes se desgasten y las encías se retraigan, lo que hace a los dientes más vulnerables al deterioro. Los adultos mayores pueden tomar medicamentos que reducen la salivación, lo que aumenta el riesgo de que se formen caries.
  • Sequedad de boca. La sequedad de boca està causada por la falta de saliva, que ayuda a prevenir las caries al eliminar los alimentos y la placa de los dientes. Las sustancias que contiene la saliva también ayudan a contrarrestar el ácido producido por las bacterias. Algunos medicamentos, algunas enfermedades, la radiación en la cabeza o el cuello y ciertos medicamentos de quimioterapia pueden aumentar el riesgo de tener caries ya que disminuyen la producción de saliva.
  • Empastes desgastados o dispositivos dentales. Con los años, los empastes pueden debilitarse, comenzar a romperse o formar bordes rugosos. Esto permite que la placa se acumule más fácilmente y dificulta su eliminación con el cepillado. Los dispositivos dentales (prótesis dentales removibles o fijas) pueden desajustarse, lo que permite que se empiecen a formar caries debajo de ellos.
  • Ardor de estómago. El ardor de estómago o la enfermedad por reflujo gastroesofágico pueden hacer que el ácido estomacal suba hasta la boca (reflujo), lo que provoca el desgaste del esmalte y causa un daño importante en los dientes. Eso expone una mayor parte de la dentina a los ataques de las bacterias y crea caries.
  • Trastornos de la alimentación. La anorexia y la bulimia pueden provocar erosión dental y caries importantes. El ácido estomacal de los vómitos reiterados cubre los dientes y disuelve el esmalte. Los trastornos de la alimentación también pueden interferir en la producción de saliva.